1. Desinstala aplicaciones que no utilices.
  2. Mantén limpio el escritorio del ordenador.
  3. Controla las aplicaciones que se ejecuten al inicio.
  4. Comprueba que el PC esté libre de malware.
  5. Libera espacio en tu disco duro.
  6. Desfragmenta el disco duro (si es SSD no lo hagas).
  7. Configuración memoria virtual.
  8. Cambia el plan de energía del ordenador.
  9. Menos efectos visuales.
  10. Quítale transparencias a la interfaz.
  11. Haz que Windows 10 se quede callado.
  12. Busca actualizaciones de sistema y controladores.
  13. No te olvides de limpiar físicamente tu PC o notebook.